¿Qué es la Informática Forense?
La informática forense
es la ciencia dedicada a la recolección, preservación, análisis y
presentación de la evidencia digital en casos judiciales, arbitrales o procesos
internos disciplinarios. El análisis de la escena de donde se llevo a cabo un
hecho antijurídico y el análisis
pericial hasta su presentación en Tribunal.
Mediante sus procedimientos se identifican, aseguran,
extraen, analizan y presentan pruebas generadas y guardadas electrónicamente
para que puedan ser aceptadas en un proceso legal.
La informática forense es entonces una disciplina auxiliar
de la justicia moderna, para enfrentar los desafíos y técnicas usadas por los
intrusos informáticos, así como se constituye en el garante de la verdad
alrededor de la evidencia digital que se pudiese aportar en un proceso.
La correcta identificación, adquisición y conservación de
todos los soportes que puedan contener evidencias digitales (desde un disco
duro a la tarjeta SIM de un teléfono celular) es fundamental si queremos que el
análisis posterior tenga validez.
La primera fase de un análisis forense es la recuperación de
datos de todos los soportes adquiridos. Desde los archivos en la papelera hasta
aquellos borrados (pero en muchos casos recuperables), y llegando hasta el file
carving (recuperación parcial de ficheros), el tener toda la información hará
el análisis más completo y exacto.
El análisis de contenido multimedia (fotos, video), sobre
todo en términos de garantizar su autenticidad e integridad, analizar una
grabación para ver si ha sido alterada, verificar que un conjunto de fotos han
sido tomadas con una única cámara digital.
Se deberá hacer hincapié en la cadena de custodia,
verificándose si efectivamente ésta, se realizó de la manera correcta o no fue
así.
Para que un informe sea legal y válido en los tribunales,
debe tener particularidades impuestas por el ordenamiento jurídico de cada país
donde se realiza el análisis. En ellas
se deberán respetar las diferentes fases como la adquisición de las evidencias,
la de la investigación, elaboración, documentación de evidencias digitales que
se encargaran de averiguar quién o quienes ha(n) sido el (los) culpable(s) para
luego estudiar los pasos que van a emprender. También se deberán analizar las
valoraciones, a la hora de saber cómo es que se llegó a esas conclusiones.
“Muchas veces la información rescatada es mal manipulada por
personal inexperto, ésta puede ser mal interpretada lo que pone en riesgo la
propia investigación”, refiere Sergio Luna.
Y si no se ha hecho de una forma seria o profesional con los
conocimientos propios de esta ciencia, se podría culpar a alguien de unos hechos, que nunca
los ha producido o realizado. Dejando a la verdadera autora o autor, libre de
cualquier responsabilidad jurídica.
Es necesario el establecimiento de políticas de seguridad
para todos los usuarios así como la utilización de los sistemas de información
para poder reducir al máximo la posibilidad de que exista alguna clase de fallo
de seguridad o “puerta abierta” que pueda producirse por error por parte de los
usuarios.
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